La Argentina de Milei pierde dólares y no tiene crédito

El país no puede volver a financiarse en los mercados internacionales desde 2018. El gobierno de Milei enfrenta la evaporación del superávit comercial y una caída de las reservas internacionales.

EconomíaHace 6 horasTELEDIARIO.COM.ARTELEDIARIO.COM.AR
Luis Andrés Caputo y Javier Gerardo Milei.
Luis Andrés Caputo y Javier Gerardo Milei.

Argentina no puede emitir deuda en dólares en el mercado internacional de capitales desde enero de 2018, cuando el actual ministro de Economía de Javier Milei era el endeudador serial del gobierno de Mauricio Macri. Ese momento fue la última vez que Wall Street aceptó bonos argentinos en forma voluntaria.

Desde entonces, esta puerta quedó sellada. En pocos meses, serán ocho años sin acceso a préstamos en divisas. Es mucho tiempo para cualquier economía, y muchísimo para una que es bimonetaria, elevado endeudamiento externo y con escasa capacidad de generación propia de excedentes de dólares.

La veda crediticia en dólares pone bajo tensión cualquier programa económico, sea ortodoxo, heterodoxo o una mezcla de ambos.

No hay dólares que alcancen.

Esta potente restricción reconoce diferentes vertientes explicativas. Una de ellas, sostenida por el economista Ricardo Arriazu, enfatiza que un país que acumula varios defaults aleja a los inversores financieros y, por lo tanto, debe mejorar sustancialmente la reputación de cumplimiento con disciplina fiscal para recuperar la confianza del mercado. Indica que recién en esta instancia podrá volver a emitir deuda en dólares.

Otra interpretación, apuntada por economistas preocupados por aspectos estructurales de la economía local, señala que el endeble stock de reservas disponibles en el Banco Central teniendo en cuenta el exigente cronograma de vencimientos de capital e intereses del endeudamiento en dólares, desalienta el apetito de los inversores para comprar bonos de la deuda argentina.

Una y otra lectura, ambas con parte de razón, exponen un aspecto que el plan de Milei y Caputo no aborda por ignorancia o por irresponsabilidad: la solvencia externa de la economía. Por el contrario, a medida que profundiza el programa liberal-libertario, la va disminuyendo.  

Las promesas de Vaca Muerta y de la minería no terminan de convencer
El reciente informe de FIDE ilustra esta situación del siguiente modo: “un país más endeudado y con una cuenta corriente deficitaria, lejos de mejorar, agudiza los problemas de solvencia externa y torna más difícil el regreso a los mercados internacionales para afrontar los pesados vencimientos futuros, ahora con el FMI con una cuenta engrosada y primero en la fila en su carácter de acreedor privilegiado”. 

En otras palabras, la economía argentina no genera los suficientes dólares para cubrir las amplias y diversas demandas de divisas. Para atender esta limitación, el gobierno y otras fuerzas políticas ofrecen la promesa de superar la insolvencia con el boom de las exportaciones de hidrocarburos de Vaca Muerta y de las mineras. 

Se sabe, en especial lo saben los grandes fondos de inversión internacional, que estos eventuales dólares futuros no alcanzan debido a las características de la economía bimonetaria argentina, con restricción externa, elevado endeudamiento en divisas y tasas de inflación bastante por encima del promedio de la mayoría de los países.

El superávit comercial se está evaporando
En este panorama crítico, además, el atraso cambiario deliberado, en función del objetivo electoral del oficialismo, está acumulando profundos desequilibrios en el sector externo, histórico talón de Aquiles de la economía argentina.

Las últimas cifras del comercio exterior intensificaron las señales de alerta. El reporte de la consultora Abeceb detalla que en abril, el superávit comercial fue de apenas 204 millones de dólares, un resultado muy débil comparado con el saldo positivo de 1806 millones del mismo mes del año pasado.

Este resultado se debió a un crecimiento de apenas 2,3% anual en el valor de las exportaciones y a una fuerte suba en las importaciones de 37,3% interanual. El crecimiento explosivo de las compras en el exterior desplazó la producción local, comportamiento que explica, en parte, la caída del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) del Indec del 1,8% en marzo en relación a febrero.

El saldo es más preocupante al analizar el superávit en el primer cuatrimestre del año: el acumulado fue de 1265 millones de dólares, apenas un 20% (6208 millones de dólares) respecto al mismo lapso del año pasado. 

El superávit comercial, además, se debe exclusivamente a la herencia kirchnerista de la estatización de YPF en 2012 y posterior fomento de Vaca Muerta. Sin los dólares de las exportaciones de petróleo y gas, el saldo comercial del cuatrimestre sería negativo en 1419 millones de dólares, puesto que la balanza de dólares de la energía fue positiva por 2684 millones en cuatro meses del 2025.

La proyección del resultado de la balanza comercial anual se sigue recortando. A fines del año pasado se estimaba en 12.000 millones de dólares, monto recortado a 9.000 millones en el primer bimestre y ahora a 8.000 millones, según Abeceb. De continuar la actual tendencia, el derrumbe del superávit externo será catastrófico desde los casi 19.000 millones del 2024.

Luis Caputo no aprendió nada de su fracaso con Macri
Pese a esta fragilidad en el sector externo, el Banco Central no hace nada para acumular reservas de libre disponibilidad. Por el contrario, las está perdiendo.

El viernes último, el saldo de las reservas brutas fue de 38.425 millones de dólares, retrocediendo 535 millones en lo que va del mes, y en el año suben 8818 millones. En este monto se debe computar el aporte de 14.000 millones de dólares del FMI, Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo.

O sea, Caputo sigue haciendo lo mismo que lo llevó al fracaso en el gobierno de Mauricio Macri: fumarse los dólares de rescate de los organismos financieros multilaterales.

El Banco Central no está sumando reservas en los mejores meses para poder hacerlo en términos de estacionalidad. La consultora Vectorial lo explica del siguiente modo: “El complejo agroexportador está liquidando la cosecha gruesa (con peores perspectivas para la cosecha fina debido a las inundaciones), la demanda de turismo es relativamente menor en estos meses, y las elecciones de octubre aún se encuentran lejos para ver un fenómeno de dolarización de carteras”.

El anuncio de un nuevo blanqueo de dólares fue un bluff y el carry trade III no funciona
Desde que empezó a circular las versiones de la amnistía de dólares prometida por Milei y Caputo, en esta columna se advirtió acerca de las dificultades de implementarlo, porque el país caería en la categoría de paria global por el castigo que recibiría del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI). El FMI tampoco lo avalaría.

Así fue. El equipo económico sólo anunció la actualización de los montos de transacciones de clientes obligados a informar a los bancos, sociedades de bolsa y escribanos. 

La iniciativa oficial frustrada exhibe la desesperación por conseguir todavía más dólares porque el Banco Central no compra reservas para no presionar sobre el tipo de cambio oficial, alza que impulsaría al alza la tasa de inflación. Ambas variables reprimidas (paridad cambiaria e inflación) son indispensables para la estrategia electoral del oficialismo. Mientras, la olla a presión cambiaria va subiendo de temperatura.

La búsqueda de capturar divisas convocando a una nueva fase de la bicicleta financiera (carry trade) no ha tenido aceptación entre fondos de inversión del exterior, pese a la flexibilización de normas para su ingreso.

Los depósitos privados en dólares están estancados por debajo de los 31.000 millones de dólares, lejos del récord alcanzado en noviembre pasado de 34.235 millones. La consultora Vectorial evalúa que esta evolución de las colocaciones a plazo en divisas es un indicio de que no existe una entrada potente de capitales extranjeros para hacer carry trade, como esperaba Caputo con la flexibilización del “cepo” cambiario.

A la vez, el informe de FIDE menciona que se viene observando un proceso de dolarización de ahorros promovido con la eliminación de los controles a la formación de activo externos (FAE) para las personas humanas. 

Explica que en “una señal clara de populismo cambiario, el Gobierno optó por garantizar los dólares para atesoramiento de los particulares y mantener cautivas operaciones de cuenta corriente de las empresas, como las transferencias de utilidades para el año que viene”.

Milei no termina de convencer al mercado para que baje el índice de riesgo país
El sector externo está ingresando en una zona de estrés porque se evapora el superávit comercial, el capital financiero del exterior no está participando de la fiesta especulativa, otros canales de pérdida de divisas van adquiriendo cada vez más intensidad, como la de Servicios por el turismo al exterior, y el Banco Central no suma reservas. En este panorama crítico todavía falta el inicio de la cobertura cambiaria de las carteras de inversión cuando se aproximen las elecciones de medio término. 

Milei expresó esta preocupación cuando mencionó, en la séptima edición del AmCham (cámara de comercio de Estados Unidos en Argentina) Summit 2025, que “el riesgo país se va a desplomar. Argentina es uno de los cinco países en el mundo que tienen superávit en la línea financiera. Por ende, más tarde o más temprano, la tasa de interés va a colapsar porque el riesgo país se va a desplomar”.

No es lo que está sucediendo. Lo dijo para tranquilizar al auditorio que sabe que le faltan dólares. El índice de riesgo país continúa 100 puntos básicos arriba del mínimo del año y sin lograr perforar el piso de 650 puntos. Milei afirmó, en este encuentro empresarial, que la marca para regresar a los mercados internacionales es de 550 puntos. 

Este nivel sigue siendo elevado, al considerar que la tasa base (la del bono del Tesoro de Estados Unidos) se encuentra en 4,3% anual, lo que implica endeudarse a una tasa de casi el 10% anual. 

En la actualidad, los cupones de la deuda en dólares oscilan entre el 0,75% anual del Global 30 y el 5,0% del Global 38. “La refinanciación de esta deuda al doble de tasas implicaría un deterioro significativo no solo de las cuentas fiscales sino también de las cuentas externas”, explica el reporte de Vectorial.

En otras palabras, la lectura que hacen los financistas cuando un país que se endeuda al 10% anual es que está quebrado.

Los vencimientos de deuda en dólares son un monstruo grande y pisa fuerte 
La fragilidad del sector externo adquiere mayor inquietud por el cronograma de vencimientos de deuda pública en moneda extranjera con el mercado y de intereses con el FMI, y, como se mencionó, sin capacidad de emitir bonos en el mercado internacional.

Estos vencimientos suman 7.000 millones de dólares en 2025, 13.500 millones en 2026 y 19.000 millones en 2027. Los desembolsos pendientes del Fondo Monetario alcanzan los 8.000 millones, y para cumplir con estos pagos se requiere de fuentes adicionales de financiamiento.

El último informe de la Gerencia de Estudios Económicos del Banco Provincia explica que en 2024 y 2025, solo uno de veintisiete países que colocaron deuda en los mercados internacionales tenían un stock de reservas menor al 10% del PIB y un déficit de cuenta corriente mayor a 1% del PIB: Kenia. “Los antecedentes, entonces, no son optimistas” para la Argentina de Milei (las reservas del Banco Central representan el 6% del PIB). Concluye que los pagos de deuda externa de 2026 y 2027 serán virtualmente imposibles de enfrentar con estos niveles de tipo de cambio y actividad si no se reabre el crédito en dólares de mercado. 

Las cifras aquí detalladas, en cada uno de los frentes externos críticos, no son alentadoras para cumplir con esta misión y, menos aún, porque no aparecen indicios en el programa económico liberal-libertario de acumulación de reservas internacionales y de incremento del saldo de exportaciones netas.

EL DESTAPE WEB.-

Últimas noticias
Te puede interesar
Actividad de la construcción.

Crisis total en el mundo del trabajo

TELEDIARIO.COM.AR
EconomíaAyer

En el último trimestre de 2024 había 175 mil empleos menos que en igual período de 2023. Creció el número de monotributistas y se derrumbó el poder adquisitivo.

Economía argentina en caída.

La economía, dos meses en baja

TELEDIARIO.COM.AR
EconomíaAyer

Aclararon que tras registrar en marzo una caída de 1,8 por ciento mensual desestacionalizada, en abril dicha serie volvería a caer: esta vez sería un -0,8% contra marzo de este año

Ranking de noticias