Pasado y presente del FMI en la Argentina

Editorial de Gabriel Solano en 14 Toneladas #Temporada 2 Episodio 5.

EconomíaAyerTELEDIARIO.COM.ARTELEDIARIO.COM.AR
Deuda de Macri con el FMI.
Deuda de Macri con el FMI.

El gobierno tiene decidido avanzar en un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, y, como dijo el propio ministro Caputo, lo necesita con necesidad y urgencia. Y el hecho de que lo necesite tan urgentemente habla de que el país está muy mal y no bien; si Argentina tiene una economía que está saliendo adelante, como dice el oficialismo, no se sabe por qué necesitaría urgentemente un acuerdo con el FMI.

El gobierno ha salido a justificar este acuerdo con el Fondo Monetario. Incluso el propio presidente Milei escribió una columna en el diario La Nación tratando de justificar por qué va a hacer este acuerdo. Y esto ocurre por dos motivos. El primero tiene que ver con que en declaraciones del pasado Milei se había declarado crítico de los acuerdos con el FMI; incluso votó contra el acuerdo que promovieron en el Congreso el ministro Guzmán y Alberto Fernández con Massa y todo el kirchnerismo apoyando.

Y hay muchísimas declaraciones de Milei señalando que no había que hacer acuerdos con el Fondo Monetario Internacional. Y además lo tiene que aclarar porque en Argentina hay una larga tradición de acuerdos con el FMI, que siempre terminaron mal.

¿Qué dice Caputo? "Esta vez va a ser distinto, esta vez no va a ser como antes, esta vez no va a terminar mal". Pero lamentablemente, y esto hay que decirlo, Caputo está equivocado. O quizás Caputo miente, porque esta vez es como siempre y también va a terminar mal.

¿Qué es lo que dice Milei? "Este acuerdo no va a incrementar la deuda bruta del Estado porque la plata que se le pide al Fondo Monetario Internacional, el Tesoro (es decir, el gobierno) la va a utilizar para cancelar deuda que el gobierno (el Tesoro) tiene con el Banco Central". Entonces, dice, va a ser una especie de operación de simplificación. Pedimos 10 mil millones, cancelamos por 10 mil millones. Finalmente la cuenta final de la deuda bruta va a quedar igual.

¿Dónde está la trampa? La trampa es muy simple de ver; esa deuda que tiene el Tesoro con el Banco Central, como el propio Caputo la denominó, son papelitos de colores, no tiene un valor real en el mercado; incluso, el año pasado, el gobierno, en un acuerdo con el Banco Central, licuó directamente una deuda que tenía el Banco Central por 46 mil millones de dólares, tanto de Letras Intransferibles que tenía el Banco Central en su poder como de bonos del Tesoro que tenía el Banco Central en su poder. Es decir que directamente mandó a pérdida 46 mil millones de dólares, mostrando que esa deuda que tiene el Banco Central con el Tesoro es una deuda que no se paga; son papelitos de colores y por lo tanto no puede de ninguna manera compararse con una nueva deuda con el Fondo Monetario Internacional.

Y no se la puede comparar por dos cosas muy simples: la deuda con el FMI tiene intereses altísimos del 7% anual; desde que en su momento Caputo y Macri pidieron esta deuda de 46 mil millones de dólares con el FMI llevamos pagados de intereses 12 mil millones de dólares, lo que muestra que es una deuda que se paga y se paga con intereses altísimos. En cambio, nunca se han pagado intereses al Banco Central por estas Letras intransferibles. Además, la deuda con el Banco Central es una deuda que sí tiene legislación local. En cambio, la deuda con el FMI es una con legislación internacional. Otro hecho importante: las deudas con el Fondo Monetario no admiten quitas como sí puede tener una deuda con un privado en una renegociación que habilite una reducción, por ejemplo, de capital, una reducción de la tasa de interés o un alargamiento de los plazos de pago. Con el FMI no se permiten quitas. Entonces es falso que no se incrementa la deuda; pasaríamos a tener una deuda que hay que pagar (ya llevamos pagados 12 mil millones de dólares), que va a tener una tasa altísima de interés del 7% anual y que aparte no permite quitas y tiene jurisdicción de tribunales internacionales. Entonces acá Milei y Caputo están mintiendo olímpicamente. Vamos a un nuevo endeudamiento del país.

Ahora, de este acuerdo -Milei dijo que lo iba a mandar al Congreso-, que sale por un decreto de necesidad y urgencia, no se conoce su contenido. Es clandestino y secreto, no solo para el Congreso, sino también para el pueblo argentino. Y es llamativo que sea secreto, porque el pueblo argentino es el que tiene que pagar finalmente las costas de ese acuerdo. Pero no se lo puede conocer. Tenemos un gobierno que ha pasado a la clandestinidad en el acuerdo con el FMI, negándole al pueblo argentino el derecho a conocer en qué consiste. El periodista Marcelo Bonelli publicó el día viernes en Clarín una nota que dice que tiene información confidencial que explicaría cómo sería el acuerdo. Es un tema técnico, pero conviene prestarle atención. Dice que el FMI le daría plata al gobierno, no solo para renegociar los pagos que ya tiene sino un dinero extra, pero que la condición que pone para ir ejecutando los desembolsos es que se incrementen las reservas del Banco Central, algo que no está ocurriendo. ¿Y el precio del dólar? Eso lo va a establecer el gobierno. Y como el gobierno no puede acumular reservas porque tiene planchado el valor del dólar, para incrementar las reservas va a tener que devaluar la moneda y si no devalúa la moneda el acuerdo con el FMI de hecho cae porque los desembolsos estarían atados justamente al incremento de las reservas.

¿Será como dice Bonelli? No sabemos, porque insisto, el acuerdo es clandestino. Es un acuerdo secreto al que llegó el gobierno con el Fondo Monetario, si es que ese acuerdo está porque tampoco tenemos la certeza de que ese acuerdo esté. El FMI no dijo ya tenemos un acuerdo, todavía no está. Y con no mandarlo al Congreso el gobierno incumple una ley vigente que obliga al Congreso a aprobar los endeudamientos del Estado. Lo hace por DNU, sabiendo que es muy distinto el procedimiento, porque el DNU, para que no entre en vigencia, debe ser rechazado por ambas cámaras; incluso si la Cámara no logra recursos para tratarlo el DNU sigue vigente. Entonces, tenemos un endeudamiento directamente armado por un decreto de necesidad y urgencia, que crea un endeudamiento adicional por 20 mil millones de dólares de acuerdo a lo que se está circulando en la información periodística. Es decir, un endeudamiento muy significativo. Entonces, con esta orientación vamos a un crecimiento del endeudamiento y a que aumenten las presiones devaluatorias para el próximo período.

El gobierno ha dicho también que si el acuerdo finalmente se cumple e ingresa dinero adicional se haría más rápido el levantamiento del cepo cambiario. Pero esto también va a incrementar las presiones devaluatorias, porque todo el mundo sabe que si el cepo se levanta no va a ser con el dólar al precio actual sino con uno más alto. Por eso el gobierno no lo levanta. Entonces, si hay presiones devaluatorias va a empezar a incrementarse el valor del dólar en la actualidad. ¿Y en qué contexto? En un contexto en el cual el gobierno no solamente no logra acumular reservas en el Banco Central sino que desde hace ocho meses la cuenta corriente que tiene el Banco Central es negativa (más o menos por 5 mil millones de dólares); es decir que de Argentina se van más dólares que los que ingresan, y esto incrementa las presiones devaluatorias del tipo de cambio.

Y si todo el mundo sabe, si se devalúa la moneda... ¿Qué es lo que va a pasar finalmente? La inflación va a volver a subir, y si la inflación vuelve a subir, el gobierno pierde las elecciones de octubre. Por eso es tan estrecho el margen por el cual camina Milei; ya la inflación de febrero no va a quedar por debajo del 2% como pensaba el gobierno. Esto hay que verlo con mucha atención porque el gobierno bajó del 2% al 1% la devaluación del tipo de cambio oficial y al hacerlo parecía que la inflación iba a caer más y no va a caer más; si este índice de febrero -que se va a conocer en marzo- no cae más es porque se incrementó mucho el precio de la carne y también el precio de los alimentos. Y en marzo subió muchísimo el precio de los útiles escolares por el comienzo de las clases. Es decir que seguimos teniendo un incremento de la inflación muy fuerte, incluso aunque se la mida mal, mientras los salarios y las jubilaciones crecen por debajo.

En el caso jubilatorio hay que tener en cuenta lo siguiente: por el congelamiento desde hace un año del bono de $70.000, las jubilaciones en los tres primeros meses del año van a tener un incremento del 1,8% por debajo de la inflación, es decir que se seguirán licuando después del 10% que perdieron en promedio en el año 2024; y está pasando lo mismo con los salarios. Entonces tenemos presiones devaluatorias que van a incrementar la inflación. Mientras todavía se mantiene todo este esquema con alfileres, siguen perdiendo los salarios, siguen perdiendo las jubilaciones. Esto explica, desde ya, que el consumo masivo en los supermercados siga por el piso (10% en enero y todo hace pensar que en febrero los números cerrarán de manera similar); se incrementaron los consumos de bienes durables gracias a la compra con tarjeta de crédito, pero esas compras con tarjeta de crédito en el futuro van a impactar en el consumo negativamente porque hay que pagar la cuenta de la tarjeta.

Entonces, ¿Qué es lo que tenemos? Lo que tenemos es un gobierno desesperado que busca el salvataje del Fondo Monetario, que lo hace de manera clandestina porque no quiere darle publicidad a un acuerdo cuando el pueblo tiene derecho a saber de qué se trata y cuando las variables económicas son cada vez más preocupantes: déficit negativo de la cuenta corriente, salida de dólares y lo que ingrese de dinero posiblemente termine yendo a una devaluación monetaria, porque si es como dicen los diarios, el ingreso de ese dinero va a estar atado a un incremento de las reservas que solo se va a lograr con una devaluación monetaria.

Entonces, es importante acá tener en cuenta cómo van a actuar las distintas fuerzas políticas. El hecho de que se haya mandado al Congreso no el proyecto de ley sino el decreto obliga otra vez a los bloques políticos a fijar posición. Y el gobierno tiene la certeza de que el decreto no va a ser volteado porque va a contar con el acuerdo de la llamada oposición dialoguista -sectores de Pichetto, del radicalismo, de lo que ya conocemos- y si esto no alcanza va a contar con el apoyo de los gobernadores peronistas, como ocurrió con las leyes que se tuvieron que aprobar en el último período.

Entonces el gobierno cuenta con la complicidad de Congreso. Tenemos que salir a la calle para rechazar el acuerdo con el Fondo Monetario, porque es un acuerdo que conspira contra el país y nos lleva a una nueva bancarrota; porque esta vez no es como dice Caputo, no va a ser distinto, va a ser igual que antes; y porque este acuerdo va a implicar más ajuste contra el pueblo. Así que desde acá, desde 14 Toneladas, no solamente rechazamos el pacto con el FMI sino que llamamos a salir a las calles para rechazarlo no solo en el Congreso, sino especialmente con la movilización popular.

Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto