Psicoanálisis político: “A Milei le cortaron el orgasmo, no se sabe cómo va a acabar”

El coitus interruptus del gobierno Milei: deseo frustrado y poder simbólico. Zabalza compara la situación de Milei y su entorno con la experiencia de un orgasmo interrumpido: “no se sabe cómo va a acabar”.

Plantea que el deseo social quedó capturado, desviándose hacia la violencia y el sadismo, como estrategia de descarga simbólica y política.

Se resalta la proliferación de metáforas sexuales y frases cargadas (“la domada”, “el orgasmo presidencial”) tanto en la narrativa libertaria como en la sociedad mediática.

Metáforas sexuales, masculinidad e impotencia en el discurso oficial.

Según el especialista, donde reina la “exacerbación fálica” aparece la impotencia y la inhibición social. El fenómeno se replica en expresiones violentas y en figuras como Sturzenegger y Milei, quienes apelan al goce sádico o a la crueldad institucionalizada. La sociedad también reproduce estos patrones en redes, hinchadas y conversaciones cotidianas.

Diferencia entre psicopatía y psicosis: ¿qué le pasa al liderazgo argentino?.

Zabalza distingue entre quienes gozan dañando a otros (psicópatas funcionales) y quienes, desde la psicosis, pueden ser sujetos éticos.

Indaga sobre las fronteras difusas entre la locura y la perversión en el poder actual. Plantea la responsabilidad de la moral social: el verdadero límite es cuando el goce propio daña a los demás.

Dirige la reflexión sobre ética, deseo, potencia y subjetividad en la vida política, llamando la atención sobre el auge de la violencia como forma de canalización del malestar colectivo.

Reflexión final.

La política argentina funciona hoy como escenario de un deseo frustrado y una pulsión sádica institucionalizada. El desafío es devolverle una ética al goce colectivo antes de que la violencia se naturalice.

Preguntas frecuentes sobre sexualidad, poder y violencia en la política Argentina

¿Qué significa coitus interruptus en el análisis político de Milei?.

Es una metáfora de deseo frustrado: la sociedad y el gobierno no logran resolución ni satisfacción, lo que deriva en violencia simbólica y desorientación generalizada.

¿Por qué aparecen tantas metáforas sexuales en el discurso libertario?.

Reflejan un modo de afirmar poder, canalizar frustración e imponer jerarquías simbólicas, pero también exponen la impotencia.

¿Se puede diferenciar psicopatía y psicosis en la política?.

El psicópata goza dañando; el psicótico puede ser ético y útil. En la política, los límites entre ambos se vuelven difusos y peligrosos.

¿Qué responsabilidad moral tiene el liderazgo ante la violencia social?.

Se debe limitar el goce propio cuando daña a otros; la ética colectiva exige no naturalizar la violencia ni el sadismo institucionalizado