El motivo por el que nadie ayudó a Sara Millerey, la mujer trans asesinada en Bello: “Miedo a ser baleados”, según video viral y allegados

La muerte de una mujer trans en Bello, Antioquia, evidencia la discriminación y los ataques sistemáticos contra esta comunidad en el país

Virales+09 de abril de 2025TELEDIARIO.COM.ARTELEDIARIO.COM.AR

El trágico asesinato de Sara Millerey González Borja, una mujer trans de 32 años residente de Bello, Antioquia, ha generado una profunda conmoción y repudio nacional.

Su brutal ataque, que incluyó fracturas en las extremidades y su posterior abandono en la quebrada La García, pone en evidencia la violencia sistemática que enfrenta la comunidad Lgbtiq+ en Colombia.

Este atroz crimen, ocurrido el domingo 6 de abril, ha movilizado tanto a las autoridades como a colectivos sociales en la exigencia de justicia y una mayor protección para esta población.

De acuerdo con José Rolando Serrano, secretario de Seguridad de Bello, en entrevista con Blu Radio, señaló que Sara fue encontrada en estado crítico, aferrada a unas ramas para no ser arrastrada por la corriente y que hay versiones que apuntan a la participación de bandas delincuenciales en el hecho.

“Algunas versiones indican que los agresores no permitían que fuera rescatada. Eso es profundamente doloroso”.

Aunque fue rescatada por bomberos y trasladada a un centro médico, no logró sobrevivir a las graves heridas sufridas durante el ataque, indicó Serrano al medio mencionado.

En un video ampliamente difundido y revictimizante, según organizaciones de derechos Lgbtiq+, se puede ver a Sara en sus últimos momentos con vida, agonizando. Pese a lo perturbadoras que pueden llegar las imágenes, un detalle que ha pasado desapercibido es el audio del mismo.

“Vea, aquí no se paren, vea. No se paren, aquí, vea”, se escucha la voz de un hombre. Se cree que es la voz de quien graba. Seguido a esto, una segunda voz, masculina, corea la indicación “vea, vea, aquí no se paren mal paridos, vea lo que pasa”.

En el audio también se alcanza a percibir una tercera voz que solo dice “ay ay aya, ya”. Estas tres voces, en una duración no más de cinco o seis segundos, indicarían que efectivamente había personas registrando el violento hecho, mismas que impidieron que otras personas, que pasaban por el lugar, pudieran socorrer a Sara.

El caso ha activado un grupo especial de investigación liderado por la Fiscalía, la Policía y la Sijín. Aunque no existen grabaciones del momento exacto del ataque, las autoridades están analizando las cámaras de seguridad cercanas para identificar a los responsables.

El secretario Serrano confirmó que “tenemos una zonificación con nuestras cámaras de seguridad y que estamos utilizando para tratar de dar con el paradero de las personas que cometieron este hecho tan atroz”.

Con el fin de incentivar la colaboración ciudadana, la Gobernación de Antioquia y la Alcaldía de Bello han ofrecido una recompensa conjunta de cien millones de pesos colombianos (alrededor de USD 25.000) por información que permita identificar y capturar a los responsables.

La Alcaldía estableció contacto con la familia de Sara, quienes claman justicia durante estos momentos de consternación.

Según Blu Radio, el presidente Gustavo Petro solicitó a la Policía Nacional dar máxima prioridad a las investigaciones, mientras que el Ministerio de Igualdad activó la Mesa de Casos Urgentes para fortalecer la investigación bajo un enfoque de derechos humanos.

Los familiares de Sara Millerey la recuerdan como una figura alegre, extrovertida y querida por su comunidad en el barrio Playa Rica, donde vivía con su madre.


Según declaraciones a El Colombiano, un familiar comentó: “Era una persona muy alegre, muy carismática, que le gustaba lucir sus pelucas y sus vestidos. Le tenían tanto cariño que muchas veces le paraban las motos y se montaba y se mostraba como una reina”.

Testigos aseguran que las personas que intentaron socorrerla fueron intimidadas por presuntos miembros de un grupo delincuencial que grababan la agonía de la víctima. “Había unos manes parados, también con el celular grabando lo que le sucedía, y decían que no la ayudaran. Entonces hubo temor a intervenir por miedo a que los encendieran a bala”, relató un allegado a El Colombiano.

El secretario Serrano desmintió rumores sobre que Sara fuera habitante de calle y afirmó que era una persona conocida y respetada en el área. “No tenía amenazas previas ni antecedentes de violencia. Era una persona respetada en el entorno del barrio”, aclaró a Semana.

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