Sin la posibilidad de las low cost, Catamarca es de las plazas más caras del NOA

Un informe publicado por El Ancasti en marzo del año pasado advirtió sobre las asimetrías en los precios de los boletos de avión desde Catamarca a Buenos Aires, comparados con los precios de tramos similares en la región. Un mes después, un comunicado oficial de Aerolíneas Argentinas, única empresa que opera esta ruta, explicó que "se realizó un ajuste que beneficiará a los catamarqueños con mejores tarifas". Un año más tarde, aunque con más frecuencias, las diferencias en los valores siguen siendo sorprendentes y al no contar con una alternativa low cost (de bajo costo), convierte a Catamarca en una de las plazas más caras del NOA.

En una simulación de compra a través del portal web de Aerolíneas Argentinas, el pasaje para una persona que desee viajar a Buenos Aires el 9 de abril próximo y regrese una semana después, el 16 de abril, costaría casi unos $193.000. Comparando con los aeropuertos de la región, se convierte en la tercera alternativa más costosa, detrás de La Rioja, con valores irrisorios para la compra simulada y de Salta, que cuesta apenas $20.000 más con esta opción.

Más atrás aparecen Tucumán, Jujuy y Santiago del Estero con ofertas mucho más económicas y en el caso de las tres provincias, con alternativa de optar por una aerolínea low cost.

A tal punto son sorprendentes los precios de Catamarca-Buenos Aires para el ida y vuelta, que económicamente es más conveniente comprar un pasaje en colectivo hacia Santiago del Estero (desde $40.000 ida y vuelta), Tucumán (desde $32.000 ida y vuelta) o Jujuy (desde $50.000 ida y vuelta) y abordar un avión desde allí a Buenos Aires, y en ninguno de los casos se gastarían los casi $193.000 que ofrece Aerolíneas Argentinas.
Es válido aclarar, además, que se ofrecen otros servicios más baratos para viajar en avión a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pero esto implica tener flexibilidad en cuanto a la disponibilidad de días: no existe una tarifa fija que se respete en todos los servicios diarios, como ocurre con los colectivos. Un viaje en micro desde Catamarca a Buenos Aires ida y vuelta cuesta entre $120.000 y $160.000 según el tipo de butaca.

Sin low cost

Las aerolíneas de precios bajos llegaron a la Argentina con la presidencia de Mauricio Macri y algunas se mantienen operativas, aunque con serios inconvenientes, hasta la actualidad. Para las provincias del NOA, Flybondi y Jet Smart son dos opciones de pasajes más baratos que los de Aerolíneas, que ofrecen el servicio sólo del traslado: equipaje y otro tipo de extras se deben pagar por separado. Esta política se trasladó a Aerolíneas Argentinas, que semanas atrás confirmó que, al igual que el resto de las empresas, comenzaría a cobrar por separado la selección de asientos, traslado de equipajes, entre otros servicios que anteriormente estaban incluidos en las tarifas de base.

En 2017 Catamarca participó de las audiencias públicas y dos empresas low cost se postularon para operar la ruta de ida y vuelta entre Catamarca y Buenos Aires e incluso se llegó a estimar que operarían a partir del primer semestre de 2018, algo que finalmente no ocurrió.

Ante el permanente reclamo de los prestadores turísticos, Catamarca inició gestiones para sumar mayores frecuencias a la provincia y abril del 2023 pasó de tener 9 a 11 frecuencias semanales; y finalmente en noviembre del año pasado anunciaron que a partir de este 2024 habría dos frecuencias diarias (14 semanales) y con viajes directos a Buenos Aires; a diferencia de lo que ocurría hasta el año pasado, en el que algunos de los vuelos eran en una ruta compartida con La Rioja.

La política de las low cost permitió a otros aeropuertos nacionales conectarse entre sí, sin tener que hacer escalas en Buenos Aires o Córdoba. Sin embargo, Catamarca nunca logra beneficiarse con los anuncios de nuevas líneas de bajo costo.

Cielos abiertos

En el polémico DNU del presidente Javier Milei en diciembre del año pasado, se derogó la ley nacional 19.030 que regulaba la política de transporte aéreo, para darle paso a una política de "cielos abiertos".

La ley derogada disponía, entre otras cosas, que los vuelos de cabotaje debían ser cubiertos por aerolíneas nacionales, le otorgaba a Aerolíneas Argentinas un mínimo del 50% de esas operaciones e impedía (salvo excepciones) que dos empresas operen en la misma ruta. Un informe publicado por el sitio Chequeado detalló que esta ley estaba "prácticamente en desuso" pero que "simbólicamente es la que otorgaba un lugar central a Aerolíneas Argentinas como empresa ejecutora de la política aerocomercial".

Entre las modificaciones del DNU al Código Aeronáutico, se dispuso que las tarifas "son libremente dispuestas por las empresas y sin ninguna restricción". Esto eliminó los precios mínimos a través de los cuales el Estado imponía límites a los pasajes de las low cost para evitar que sean más baratos que los de Aerolíneas Argentinas, aunque esto ya no se aplicaba al menos desde 2023.

EL ANCASTI.-