«¡A los vetos, se los meten en el culo!»: el festejo del Garrahan y las universidades frente al Congreso

Son tiempos donde no sobran los motivos para celebrar. Por eso miles de trabajadores de la salud y la educación cantaron y bailaron luego del rechazo del Senado a los vetos de Milei.

PoliticaHace 1 horaTELEDIARIO.COM.ARTELEDIARIO.COM.AR

El estallido de las gargantas poderosas de los laburantes del Garrahan y de las universidades públicas llega hasta la cúpula del Congreso, sube al cielo y más allá en la tarde transpirada del jueves. “Unidad de los trabajadores, y a que no le gusta, se jode, se jode”, cantan, saltan y festejan a lo grande después de largos meses de poner el cuerpo en la lucha. El Senado acaba de rechazar los vetos de Milei a la Ley de Financiamiento Universitario y a la Emergencia Pediátrica. Se suman al abrazo, al llanto y a la fiesta del pueblo los estudiantes, los pacientes y sus familiares, los jubilados, los sindicatos y los defensores de las causas justas. Y otra vez las gargantas cantando verdades al compás del tamborín: “¡¡¡A los vetos se los meten en el culo!!!”.

Desde el sur postrero de la ciudad llegó marchando con sus cumpas del hospi la enfermera Georgina Duarte. Trece años cuidando a las pibas y pibes acredita en su legajo la señora de sonrisa luminosa. Ni los sueldos de miseria, ni el destrato del gobierno derechoso, ni los vetos del presidente le borraron la sonrisa cálida a la hora de dar la batalla: “Venimos de dos años durísimos, para los trabajadores y los pacientes. Sin aumentos, sin insumos, pero con unas ganas terribles de defender la salud pública”. Para la enfermera, el gobierno es cruel: “Al final la casta éramos los de abajo. Se la agarraron hasta con los pacientes, los chicos y chicas que no pueden defenderse. No nos quedamos de brazos cruzados, por eso este día es histórico, es el triunfo de los que peleamos por los derechos del pueblo y en contra del odio”. Se abraza Georgina con sus compañeras ataviadas de blanco frente al Parlamento, llora y cura con la palabra: “Así, todas y todos unidos, sabemos que se los puede frenar, hay que pelear”.

Frente al Congreso enjaulado también cantan Lola junto a su hija Adriana. La mamá dice que banca a full la lucha de les laburantes del Garrahan, donde le salvaron la vida a su retoño varias veces: “Es mi segunda casa, mi familia el hospital. Mi hija vive por el trabajo de los profesionales, por el trabajo de las enfermeras, de todos los que ponen su granito de arena para cuidar a los chicos. Que el gobierno entienda que la salud pública no es un gasto, salva vidas”.

“Garrahan, salud y universidad, causa nacional”, reza la bandera frente al corralito que acogota el Congreso. Manuel es uno de los más de 2 millones y medio de estudiantes de las casas de altos estudios públicas que sufren la motosierra del gobierno anarcocapitalista. Estudia Artes Dramáticas en la UNA. Dice que la realidad argentina es parecida a una vieja tragedia griega: “Un presidente que es un tirano, que veta leyes que son justas, que no escucha al pueblo, que saca derechos”. La trama de esta obra de terror la sufre Manu y sus compañeros en el día a día: “Muchos compañeros y compañeras dejaron los estudios, ni la SUBE pueden cargar, otros tenemos que agarrar dos o tres laburos para subsistir, igual que los docentes, muchos renunciaron porque los sueldos son de hambre. No se aguanta más”. Al despedirse, el futuro actor recomienda una obra de Shakespeare para entender el presente: “Lady Macbeth, para entender cómo los poderosos hacen cualquier cosa para mantener el poder, hasta mancharse las manos con sangre”. Cualquier parecido con el gobierno de Milei, corre por cuenta del espectador.

 Pedagogía de los oprimidos dicta Emilio, docente de Derecho de la UBA. El joven egresado de la Universidad Nacional de Córdoba pone el cuerpo en la calle para defender la educación pública: “Hoy se ganó una batalla, pero la lucha sigue. La educación y la salud pública son un derecho, son movilidad social, son sueños del pueblo hecho realidad. Por eso hay que seguir muy atentos para que ahora las leyes se cumplan”. Emilio sabe que en octubre no hay milagros: “El gobierno sigue diciendo que somos un gasto. Y atrás de la educación, de la salud, de la ciencia hay seres humanos, desarrollo, el futuro de nuestro país. Si dicen que no hay plata, que la saquen de las coimas, de los beneficios impositivos a los ricos, de los aviones de combate, de la SIDE. Ahí le dejo algunas ideas al presiente para que pase la motosierra”.

Cae la noche, pero siguen los abrazos y los cantos en Congreso. Festeja ese pueblo que no cambia de idea. Pelea y pelea por la salud y la educación.

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