De Loredo preocupado porque Juez le cierra puertas con los libertarios

Si hacía falta confirmar que la sociedad entre el senador Luis Juez y el diputado Rodrigo de Loredo llegó a su fin, los movimientos del primero terminaron por ratificar que el vínculo entre ambos se extinguió. O, por lo menos, está en una fase que pone en duda su continuidad.

Porque así como contó LPO que el senador ofrendó a los libertarios fiscalización para octubre después de reunir a la tropa juecista el fin de semana anterior, también hubo conversaciones directas entre Juez, el presidente Javier Milei y su hermana Karina, la secretaria general de la Presidencia. 

En ese ida y vuelta, el juecismo puro sostiene que es un respaldo sin nada a cambio; sin embargo, algunos opositores en Córdoba al gobernador Martín Llaryora se animaron a agitar la posibilidad de un quinto lugar en la lista para el juecismo y un principio de negociación entre el Frente Cívico y los libertarios por la ciudad en 2027.

En consecuencia, Juez está dispuesto a empujar un acuerdo por la intendencia con La Libertad Avanza a cambio de que lo respalden en su candidatura la gobernación.

Negociación que le cierra las puertas a De Loredo y preocupa al radicalismo. En primer lugar, porque el jefe del bloque UCR en la Cámara baja no logra reunir voluntades para cerrar un acuerdo con los libertarios; en segundo término, porque tampoco aglutina al radicalismo cordobés en esto y cada vez son más las voces las que rechazan un respaldo colectivo para un beneficio individual como sería un casillero para De Loredo y en tercer término porque tampoco los radicales están convencidos de un acercamiento al PRO como pretenden algunos que están cerca del diputado. 

"Esto termina roto, no hay vuelta", reconoció a LPO un radical que fue parte de la última reunión virtual del Comité Provincial donde se tensa la cuerda entre los que respaldan a De Loredo y los detractores de él, entre los que se encuentra, por ejemplo, el exintendente Ramón Mestre.

Una posibilidad hace algunas semanas era un bloqueo a la figura de Mestre, pero la aceptación por parte del deloredismo a una mujer que propusiera el excandidato a gobernador. Algo que en el mestrismo rechazan de plano e insisten con la interna como mecanismo para definir las candidaturas.

Este viernes, un dirigente equidistante en la relación entre De Loredo y Mestre admitió que es imposible que converjan ambos espacios en una misma lista. Y que, por lo tanto, De Loredo deberá ver qué queda en el PRO y Mestre explorar un acercamiento con espacios más progresistas. Un riesgo alto para ambos.

Incluso, en el deloredismo un dirigente reconoció en los últimos días la posibilidad "de hacer una alianza con los que se pueda" y allí se incluye, además de los amarillos, el vecinalismo cordobés con el que tienen relación en la Legislatura provincial y siempre fue solo en las intermedias, aunque reuniendo un buen caudal de votos. 

A los intendentes les quedan dos años más y no se van a inmolar ahora por un acuerdo individual de De Loredo. Igual, tampoco es necesario que jueguen con nosotros, pueden no jugar directamente

La famosa estrategia de un revival de Juntos por el Cambio con nuevos actores, un PRO depurado y defendiendo institucionalidad y retenciones para despegarse del discurso libertario.

De todas maneras, el peronismo que también observa qué harán los radicales, promete no mostrar cartas hasta junio y jugar con la desesperación de De Loredo, además de especular con los intendentes. Esto es: el llaryorismo cree que De Loredo suma respaldo radical de los legisladores provinciales, pero no de aquellos que heredaron el territorio de éstos en el interior cordobés y sufren la caída de todo tipo de recursos del Gobierno nacional.

"A los intendentes les quedan dos años más y no se van a inmolar ahora por un acuerdo individual de De Loredo. Igual, tampoco es necesario que jueguen con nosotros, pueden no jugar directamente", dijo un funcionario del Panal que defiende la manera en la que se dilatan los tiempos del cordobesismo.

Así se dirime este tramo de la pelea por el voto no peronista en Córdoba entre los libertarios, el juecismo aliado, el radicalismo nervioso y el llaryorismo, sin candidato, pero expectante.