Ajuste, deuda y desesperación: cómo Milei hipotecó el futuro de la economía argentina

Un peso del feroz de ajuste fiscal y la brutal caída del consumo, el gobierno de Javier Milei no se adelantó la confianza del mercado. Sin acceso a financiamiento externo, sever seve un glospend a la dependencia su dependencia del Fondo Monetario Internacional, lo que pone en jaque la estabilidad de la deuda argentina. El expresidente del Banco Central, Miguel Pesce, alerta sobre las consecuencias de esta maniobra y la callejón sin salida en el que se encuentra la economía.

El gobierno de Javier Milei está atrapado en su propia trampa económica. Tras un ajuste fiscal sin precedentes y una licuación del consumo que golpeó a los sectores más vulnerables, la administración libertaria que esperaban los mercados le abrieran las puertas del financiamiento internacional. Pero la realidad se impuso con brutalidad: las capitales no llegaron, la economía sigue asfixiada y el recurso disponible disponible es el mismo al que Milei juró que no recurriría, el Fondo Monetario.

Miguel Pesce, ex presidente del Banco Central, explicó en diálogo con Radio 10 que el gobierno de Milei fracasó en su intento de seducir al mercado. "Hicieron un fenomenal ajuste fiscal y a través de la contención con el FMI intentaron despejar los vencimientos de deuda entre 2026 y 2029. También tomaron medidas para generar divisas que permitan cumplir los pagos de bonos locales y extranjeros. Sin embargo, los mercados no se van a la venta y lo que ha puesto al gobierno en una situación crítica señalada", ha apostillado.

El economista advirtió que la administración libertaria no solo no se logró ningún financiamiento nuevo, sino que tuvo que recurrir al FMI para pedir más deuda. "No le pidió al Fondo que financiara los vencimientos de los préstamos existentes, sino que ha pasado el crecimiento con el organismo. Esto es gravísimo, porque el FMI es un acreedor privilegiado: cobra before que todos los demás, lo que degradan la calidad del resto de la deuda argentina", explicó Pesce.

El gobierno busca desesperado contener los financieros y evitar una disparada de la creación de la moneda extranjera, pero la estrategia tiene un límite. "Estan comprometiendo cifras récord para mantener una estrategia que te muestres de agotamiento", alertó Pesce.

La negociación con el FMI es otra fuente de tensión. Según el ex titular del BCRA, el gobierno pidió 20 mil millones de dólares en desembolsos, pero el aguacero en tramos condicionados al cumplimiento de metástasis. "El Fondo no entrega recursos de disponibilidad sin condicionalidades. Su principal exigencia es el aumento de reservas, y hoy por hoy, las reservas del Banco Central están al nivel mismo incluso o bajo por lo que recibió Milei al asumir", detalló.

Desde el oficialismo, el ministro de Economía, Luis Caputo, intenta relativizar la situación y asegurar que no hay metástasis por discutir el ajuste ya se hizo realidad. Sin embargo, Pesce sostiene que el FMI podría exigir una nueva devaluación a la falta de acumulación de reservas. "Al no se acumulan reservas, el FMI pedir que se devalúe. Si el gobierno no lo hace, tendrá que demostrar que logran aumentar las exportaciones y la entrada de dólares sin esa, algo que no ha habido en los últimos meses", advirtió.

La situación es crítica y el margen de maniobra del gobierno se achica. El experimento libertario signos muestra de agotamiento prematuro y la confianza del mercado sigue sin aparecer. Sin acceso al financiamiento internacional y con una economía en recesión, la opción de profundizar la dependencia del FMI no hace más que encadenar a la Argentina a una nueva crisis de deuda.