El 'factor China' en el T-MEC: un beneficio para México que genera recelo en EEUU

México se ha convertido en la ruta de China para comercializar sus bienes y no pagar aranceles en Estados Unidos y en la región de Norteamérica, asegura en entrevista con Sputnik el economista egresado del Colegio de México (Colmex), Francisco Rueda.

Mundo27/03/2024TELEDIARIO.COM.ARTELEDIARIO.COM.AR
Banco Popular de China.
Banco Popular de China.

China será un elemento central en la próximo revisión del T-MEC, el tratado de libre comercio que existe entre México, Estados Unidos y Canadá. Dicha revisión se realizará en 2026, pero desde ya comienza la polémica sobre si el 'factor chino' podría mermar el acuerdo, en medio de la guerra comercial entre Pekín y Washington.

México se ha convertido en la ruta de China para comercializar sus bienes y no pagar aranceles en Estados Unidos y en la región de Norteamérica, asegura en entrevista con Sputnik el economista egresado del Colegio de México (Colmex), Francisco Rueda.

De algún modo, el país asiático ha sacado provecho de un acuerdo que, en teoría, solo beneficiaría la región de Norteamérica. Sin embargo, más de 100 empresas chinas se han instalado en México para aprovechar el fenómeno conocido como nearshoring y, de ese modo, fortalecer su presencia en América Latina, de acuerdo con la Cámara de Comercio y Tecnología México-China (China Cham) y de la Cámara de Comercio México-Hong Kong.

Esa situación, dice, es una muestra de cómo ciertas restricciones pueden afectar rutas comerciales y, a su vez, beneficiar a terceros países, como a México. "Pero la realidad es que también lo puede perjudicar, porque [China] le está metiendo en un problema [a México], ya que no le gusta a Estados Unidos esta acción", apunta el también profesor del Tecnológico de Monterrey.

Ante dicha inconformidad, el experto señala que Washington podría actuar en dos vías en el marco del T-MEC —sin importar si Joe Biden o Donald Trump llegan a la Casa Blanca: que proponga profundas revisiones y cambios del tratado comercial o que lo dé por terminado en 2036.
 
"Hay que tener en cuenta que, si bien lo ideal sería incorporar a Pekín o darles un espacio en este acuerdo, China puede ser la causa de la disolución [del tratado comercial]", asevera el especialista.
 
A pesar de que aún faltan dos años para que se lleve a cabo la revisión del T-MEC, los países involucrados en el pacto ya han sostenido reuniones con el propósito de puntualizar y hasta dirimir los temas prioritarios de cada nación para la revisión.

No obstante, en los últimos meses, Pekín se convirtió en un tópico importante en la mesa de debate, especialmente por su crecimiento económico y otras acciones que ha realizado para conseguir nuevos socios a nivel mundial.

México recientemente desbancó a China como principal socio comercial de EEUU. Según información de la Oficina del Censo estadounidense, las exportaciones mexicanas al territorio norteamericano fueron de 475.600 millones de dólares al cierre de 2023.

De 'nearshoring' y otros asuntos.

En entrevista para Sputnik, el doctor en economía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), César Salazar, dice que gran parte de la influencia de Pekín en la agenda económica de Norteamérica se ha dado a raíz del nearshoring.

En esta ecuación, aparece la disputa comercial que Estados Unidos sostiene con la nación asiática, donde México tiene un papel fundamental, principalmente por la ubicación de las fábricas de autos eléctricos.

"Los salarios [de las firmas chinas] no están homologados a lo que se determina en la zona de comercio. Ahí es donde China puede ser muy disruptiva en este momento", añade.

Por estas razones, Pekín funge como un tema a discutir entre los países que conforman el T-MEC, porque "pueden existir tensiones, en el sentido de que cuidarán la forma en que las empresas chinas podrían ingresar a México y, de ahí, intentar exportar sus productos", menciona el experto.
Las precisiones, de acuerdo con el especialista, serían acerca de las reglas de origen de los objetos fabricados.
 
"En un tratado de libre comercio, hay cláusulas para decir que un producto tiene el contenido nacional suficiente para entrar al país con el que se firmó el pacto, con el fin de [marcar] que es un artículo producido en la zona y, por lo tanto, no debe pagar aranceles (...). Pienso que gran parte de las charlas en la revisión podrían ir sobre la manera en que se evalúan sus [bienes]", agrega Salazar.
 
El valor de contenido regional requerido para los productos, específicamente en el sector automotor hechos entre las naciones que conforman el T-MEC, se estableció en 75%.

Aranceles: uno de los temas escabrosos del T-MEC.

La revisión del T-MEC no será sencilla. La titular de la Representación Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés), Katherine Tai, reconoció a inicios de este mes que la discusión podría tornarse incómoda para los participantes.

En esta evaluación, donde se decidirá si el T-MEC se extenderá hasta 2046 o si concluirá en 2036, otro de los temas complicados serán los aranceles, especialmente relacionados con el acero, debido a que Washington exhortó a México a tomar medidas para detener el alza de exportación de productos de origen no mexicano o impondrán impuestos del 25%.

Ante ello, la titular de la Secretaría de Economía de México, Raquel Buenrostro, dijo que la nación latinoamericana podría responder con medidas similares en caso de que la amenaza estadounidense sea cumplida.

No obstante, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, declaró en su conferencia de prensa del 25 de marzo que no se está buscando ninguna disputa con Estados Unidos sobre el acero o por su relación con China.

Al respecto, en una charla con Sputnik, el coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la UNAM, Ignacio Martínez Cortés, comenta que la cuestión del acero sí será uno de los puntos donde Estados Unidos buscará presionar a México.

"Amenazar con establecer aranceles compensatorios al acero y al aluminio y hablar del asunto migratorio serán los aspectos más socorridos por parte del establishment estadounidense para poder presionar a México en materia comercial", vaticina.

En 2019, México y EEUU se enfrascaron en una pelea similar por el acero. En aquel tiempo, Washington impuso aranceles por 25% a las importaciones de ese producto, aludiendo cuestiones de seguridad nacional. Sin embargo, la nación latinoamericana libró esta medida, ya que se llegó a un acuerdo.

¿Un futuro sin el T-MEC?.

Los expertos coinciden en que el tema de China y su cercanía con México podría poner en riesgo la presencia de la nación latinoamericana en el tratado.

Sin embargo, Martínez Cortés ve lejana tanto esta posibilidad como que la nación latinoamericana pueda negociar un tratado de libre comercio con Pekín.

"Cada vez aumentan más las presiones, sin importar si es de parte de los republicanos o demócratas, sumado a lo que señalen los empresarios y la Casa Blanca, por lo que puede ser que México acote la presencia de la inversión china en México (...) porque, [según Washington], la presencia china lacera la seguridad nacional", comenta.
 

El experto hace énfasis en que México no se quedará de brazos cruzados en este tenor, con el fin de no ser expulsado del pacto comercial. Para ello, algunas medidas versan de aplicar cuotas compensatorias en algunos productos chinos, como a las importaciones para bolas chingas utilizadas en la molienda.

"México, para no salir de la órbita comercial de EEUU, está tomando esta serie de medidas (...), porque si pierde esta presencia de comercial en Washington, los primeros estados que estarían sufriendo este fuerte revés serían los del norte, como Baja California, Chihuahua, Sonora, Coahuila, Nuevo León o Tamaulipas", subraya.

Sobre la presencia de China en México, Rueda prevé que esta siga en aumento, pero que, dependiendo quién gane las elecciones presidenciales mexicanas, pueda mediar la situación para no tener problemas con sus otros socios comerciales y pactar posibles aranceles.


 

Te puede interesar
Lo más visto