[VÍDEO] ¿Alguien protege a Lorenza Mamani, la última Diaguita?

Desde su traslado a Fiambalá, hace unos cuatro años, vivió en una casa alquilada por el municipio, con la asistencia de personal que dedicaba sus horas a brindarle compañía y a proveerla de alimentos, entre otras asistencias.

Fiambalá 15 de enero de 2024 TELEDIARIO.COM.AR TELEDIARIO.COM.AR
Lorenza Mamani, la última Diaguita.
Lorenza Mamani, la última Diaguita.

Tal como se la conoce a Lorenza Mamani, Lorenza Sola o la última Diaguita,  vuelve a aparecer en los medios de comunicación.

La mujer de raza pura, referente de nuestra cultura originaria, como fue identificada en toda la sociedad catamarqueña por su particular historia, su traslado a Fiambalá en un helicóptero cedido por el gobierno provincial,  su vida en otro contexto,  lejos de su casita humilde de piedra,  lejos de sus animales, el silencio,  la distancia.

Ver a Lorenza es siempre motivo de una reacción tiernamente compartida. Es escuchar su pedido de ayuda para regresar a su puesto que quedó vacío en la lejana localidad de Río Grande, en plena Cordillera de San Buenaventura. Porque dice que extraña sus llamitas, la tranquilidad del lugar, y asegura que allí es feliz.

Lorenza Mamani, la última Diaguita.  

Lorenza, según su apreciación,  considera que volver allá es no preocupar a quienes le cedieron cuidados y espacio. Desde su traslado a Fiambalá, hace unos cuatro años, vivió en una casa alquilada por el municipio, con la asistencia de personal que dedicaba sus horas a brindarle compañía y a proveerla de alimentos, entre otras asistencias.

Por estos días la situación es diferente, ya que una familia particular alberga a la sexagenaria en el barrio Pampa Blanca.  

Lorenza luce un buen estado de salud, camina junto a su mascota, se comunica abiertamente con todas las personas que se acercan a saludarla. Y  repite nuevamente el mismo anhelo,  el de volver a su pueblo con sus cosas, a la soledad de aquel terruño en medio de la montaña, espacio que dejó un día para recibir la atención que su salud precisaba.

Lorenza Mamani, la última Diaguita.

Conocer de cerca la  historia de vida de una mujer que puede haber vivido más de un centenar de años, es especialmente sensible y a la vez ejemplar.  Pero no sólo inspira curiosidad,  Lorenza Sola además compromete decisiones que alguien debe ejecutar, tratándose de la vida de la última Diaguita, una personalidad que se debe preservar éticamente, humanamente, culturalmente.

Será la institución municipal, un organismo provincial, alguna ONG, un hogar de ancianos, la que determinará su residencia? O ganará el destino, donde Dios habita en medio de un pequeño poblado, de casitas de piedra y barro; con los pocos vecinos, que seguramente también la extrañan.

La siguiente filmación se corresponde al día domingo 14 de enero de 2024:

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