JurisprudencIA

David Mielnik, creador de DoctIA, primer asistente virtual de jurisprudencia argentina basado en la Inteligencia Artificial, dialogó con Diario Judicial sobre la herramienta que permite encontrar fallos de la Corte mientras se redactan escritos.

Judiciales10/12/2023TELEDIARIO.COM.ARTELEDIARIO.COM.AR

Hace poco se dió a conocer una herramienta novedosa y útil para el profesional del derecho, que utilizando inteligencia artificial permite buscar jurisprudencia de la CSJN de Argentina en forma gratuita y online, se llama "DoctIA" y al ingresar a la página el buscador nos indica como funciona en pocas palabras “Es simple: Pegá en el recuadro un texto jurídico en el que estés trabajando (20-2000 caracteres) y DoctIA te recomendará jurisprudencia de la Corte Suprema relevante para citar.”

Además, luego de pegar o escribir el texto relacionado que queremos buscar, la aplicación nos requiere que aceptemos que “no estamos incluyendo datos personales ni sensibles” en la consulta para poder habilitar el botón de búsqueda, como una forma de advertir al usuario para que no lo haga.

Desde la redacción de Diario Judicial nos comunicamos con David Mielnik (@DMielnik), su creador, el mismo es abogado y máster en derecho penal por la Universidad Torcuato Di Tella. Es profesor titular de Análisis Computacional del Derecho y Legal Analytics en universidades del país y el exterior, y autor de publicaciones científicas y de divulgación sobre Derecho+IA, quien además nos acompañó su contacto de LinkedIn.

Dju: ¿Cómo resumiría a DoctIA?

DoctIA es una app basada en inteligencia artificial, de acceso libre y gratuito, que permite acelerar y facilitar la búsqueda de precedentes. Su funcionamiento es muy simple: el usuario solamente tiene que pegar un enunciado jurídico y el sistema se encarga de encontrar jurisprudencia relacionada. No hay que estar peleándose con parámetros de búsqueda ni depender de acertarle con “palabras clave”, como en los buscadores tradicionales.

Hay que aclarar también que, aunque la app utiliza IA, no cae presa de algunos “peligros” que nos suelen desvelar a los abogados. Por ejemplo: cada resultado que muestra DoctIA contiene un vínculo directo al fallo original, por lo que no se puede decir que invente precedentes inexistentes (las famosas “alucinaciones” de las IA generativas como ChatGPT). Por otro lado, tampoco hace predicciones de ningún tipo, por lo que también evita el problema de los sesgos.

 

Aunque la app utiliza IA, no cae presa de algunos “peligros” que nos suelen desvelar a los abogados. Por ejemplo: cada resultado que muestra DoctIA contiene un vínculo directo al fallo original
 

Eso no quiere decir que sea perfecta; pero sus limitaciones están asociadas con que, a pesar de todo, los fallos sugeridos pueden ser irrelevantes. Es un problema inescapable, que afecta a cualquier sistema de búsqueda por más sofisticado que sea, y en todo caso subraya que es imprescindible usar la IA con criterio y no pretender de ella más que funcione como una herramienta, muy útil, pero que siempre necesita supervisión experta.

Creo que la clave de la adopción de IA en el ámbito jurídico tiene dos componentes. Por un lado, la necesidad urgente de que los abogados nos formemos y capacitemos en el uso de esta tecnología, para comprender sus alcances y limitaciones, y evitar tanto el prejuicio positivo de que “con la IA se soluciona cualquier problema”, como el prejuicio negativo de que “toda IA está sesgada o alucina”. Por otro lado, creo que debemos utilizarla para tareas concretas y bien definidas, que complementen y faciliten nuestro trabajo como abogados, en lugar de pensar en sistemas demasiado pretensiosos, monolíticos, con múltiples piezas que puedan fallar.

Dju: ¿Cómo se gestó el proyecto? (objetivos, equipo de trabajo, tecnologías)

El proyecto comenzó como un desprendimiento de mi investigación doctoral, en la que combino el uso IA con saberes jurídicos para analizar el derecho argentino desde una perspectiva diferente, formada a partir del procesamiento de, literalmente, miles y miles de sentencias judiciales y otros documentos legales. Con DoctIA busco hacer una contribución a la comunidad legal, más allá de mis publicaciones científicas y de divulgación, y también demostrar que la IA es suficientemente accesible para que seamos los propios abogados quienes propongamos soluciones y herramientas que empleen esta tecnología.

Creo que la clave de la adopción de IA en el ámbito jurídico tiene dos componentes. Por un lado, la necesidad urgente de que los abogados nos formemos y capacitemos en el uso de esta tecnología, para comprender sus alcances y limitaciones, y evitar tanto el prejuicio positivo de que “con la IA se soluciona cualquier problema”, como el prejuicio negativo de que “toda IA está sesgada o alucina”. Por otro lado, creo que debemos utilizarla para tareas concretas y bien definidas, que complementen y faciliten nuestro trabajo como abogados, en lugar de pensar en sistemas demasiado pretensiosos, monolíticos, con múltiples piezas que puedan fallar.

Dju: Al ser de acceso libre y gratuito, ¿Cómo planea solventar los costos para que el servicio pueda mantenerse en el tiempo?, teniendo en cuenta que cuanto más se difunde más se utiliza y por lo tanto demanda mayores recursos y servidores. ¿Pensó en utilizar publicidad, funcionalidades pagas, vender el acceso al servicio o el programa en sí mismo?

Es una buena pregunta porque, como sugerís, DoctIA es gratuita para los usuarios, pero no para mí, ya que tengo que afrontar el costo de servidores e infraestructura. No tengo planes de ofrecer funciones pagas ni vender el programa. Fue creado con amor y surgió de las ganas de ayudar a mis colegas, sin fines de lucro. Sí me podría interesar trabajar con alguna fundación u organización de la sociedad civil que comparta mis ideas sobre la mejor manera de contribuir al estudio y ejercicio del derecho argentino.

Dju: ¿Tiene pensado abarcar jurisprudencia de otras provincias o países?

Sí. Ya estoy trabajando en expandir la base de datos de DoctIA a la jurisprudencia de otros tribunales frecuentemente citados. Me encantaría también llevarla a otros países de Latinoamérica, claro.

Ya estoy trabajando en expandir la base de datos de DoctIA a la jurisprudencia de otros tribunales frecuentemente citados. Me encantaría también llevarla a otros países de Latinoamérica, claro.

Dju: ¿Tiene pensado aplicar la inteligencia artificial a otros proyectos vinculados a la profesión?

Claro que sí. Vengo utilizando inteligencia artificial aplicada al Derecho desde hace varios años en investigación académica, y tengo varios prototipos de aplicaciones, muchos de ellos funcionando, que esperan a que pueda encontrar el tiempo para desarrollar la interface gráfica que me permita lanzarlos. De todos modos, los “productos” por los que más orgullo siento son los cursos y programas en los que enseño inteligencia artificial, procesamiento del lenguaje y ciencia de datos para abogados (y estudiantes), tanto en nivel de grado como de posgrado, en Argentina y el exterior, e incluso en formato “bootcamp”, es decir, como curso abierto a la comunidad jurídica. Con ellos pretendo promover el uso de tecnologías como la IA para potenciar nuestra capacidad de análisis legal, y democratizar el acceso a herramientas que están cambiando casi todos los aspectos de nuestra vida en sociedad. 

Dju: ¿Como vé a “DoctIA” en unos años?

Como la primera de muchas aplicaciones de Inteligencia Legal que faciliten y mejoren el estudio y ejercicio del derecho.

Dju: Le gustaría agregar algún comentario más?

Los invito a conocer DoctIA en mi página https://inteligencialegal.com.ar, donde además pueden encontrar información para formarse en Derecho+IA, así como mis publicaciones académicas y la cobertura periodística de la investigación. También me encantaría conocer las experiencias usando DoctIA. Me pueden hacer llegar sus comentarios para mejorar la aplicación desde la página o a través de redes como LinkedIn.

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