El intendente de Los Altos, Raúl Barot, y la concejala Nora Fernández fueron denunciados en las ultimas horas ante la justicia penal por presuntos hechos de corrupción. La presentación fue realizada por el prosecretario del Concejo Deliberante de Los Altos, Emilio Luján.

En la denuncia, presentada ayer y ampliada este miércoles, se le imputa al jefe comunal y a la concejala por peculado, malversación de fondos e incumplimiento de los deberes de funcionario público, fraude a la Administración Pública, enriquecimiento ilícito y negociaciones incompatibles con la función pública. 

Se trata de un supuesto acopio de mercadería y otros bienes vinculados a la dádiva electoral que habrían sido comprados en un supermercado del cual Barot sería socio y acumulados en un galpón propiedad de la concejala Fernández. 

En conferencia de prensa, el abogado patrocinante de Luján, José Furque, explicó que “el presidente del concejo, Carlos Olveira, como empleados de la municipalidad y ciudadanos, pudieron verificar que en un gran galpón contiguo a la casa de la concejala Fernández se estaban acopiando antes de las elecciones primarias gran cantidad de mercadería, bienes y muebles, que iban a ser utilizados como dadivas para torcer la voluntad popular de los ciudadanos con motivo de esas elecciones. Vieron como camiones y choferes de la municipalidad, descargaban mercaderías y bienes en ese galpón“. 

Y agregó: “Lo grave es que Barot, es socio del supermercado más grande de Los Altos, y los productos que se iban a regalar a través del municipio y del Concejo Deliberante se adquirían en ese supermercado, es decir, que Barot estaba haciendo compras para dadivas en su propio negocio“. 

En ese sentido, el letrado afirmó que el intendente contaba con el apoyo de la concejala quien le facilitaba el galpón para acopiar todos esos productos y luego distribuirlos“. 

En su cierre, Furque afirmó que los funcionarios “montaron una operación“ para evitar que se descubra el acopio de mercadería. “Entre los días 18 y 21 sacaban la mercadería del tinglado y la pasaban a la casa de Fernández. El lunes llevaron a la única escribana del lugar para que verifique y según el acta, verificó que no había nada. Es un galpón muy grande que tiene compartimentos interiores y le debieron haber mostrado solo la parte del frente y la mercadería debía estar acopiada en el fondo“, expresó. 

LA UNIÓN.-