Una elección inédita para el peronismo, una apuesta a futuro de Axel Kicillof

El PJ llega a este día con una escenario mucho menos adverso del que imaginaba. El resultado será determinante para el gobernador, que defendió el desdoblamiento ante Cristina.

PoliticaHace 3 horasTELEDIARIO.COM.ARTELEDIARIO.COM.AR

Un hecho inédito. Eso es lo que ocurrirá en pocas horas en la provincia más grande y poblada del país. Un acontecimiento difícil de comparar por no tener antecedentes igualables. Por primera vez en la historia institucional de Buenos Aires, los 14.376.592 electores habilitados para votar elegirán a sus concejales y legisladores provinciales (senadores o diputados, según cuál sea la sección correspondiente) en un llamado a las urnas autónomo y diferenciado de la elección de octubre. El resultado tendrá un altísimo impacto nacional. Definirá fortalezas y debilidades de las dos coaliciones más competitivas –La Libertad Avanza y Fuerza Patria– y repercutirá también hacia adentro de las fuerzas políticas en la puja por liderazgos que emergen o siguen vigentes.

En el mes y medio que duró la campaña bonaerense el debate electoral no quedó focalizado en la problemática de la seguridad en PBA, que de todos modos estuvo presente. En las últimas semanas, en coincidencia con una caída de la imagen presidencial detectada por varias consultoras, la agenda giró alrededor de conflictos vinculados a la economía y al deterioro de la vida cotidiana. Y también a la saga de presuntos hechos de corrupción que arrancó con la filtración  de los audios del extitular de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS).

 
 
El peronismo llegó hasta este momento con un escenario mucho menos adverso del que hubiera imaginado. Aunque los debates internos siguen irresueltos, la tensión no se expresó con la crudeza de la primera parte del año. La prioridad estuvo puesta en ordenarse a partir de cierto sentido común para llegar a la jornada del 7 de septiembre en las mejores circunstancias posibles. Y es lo que sucedió, salvo situaciones menores. El desenlace de la elección bonaerense tendrá un efecto importante, acaso determinante, para el futuro político de quien decidió arriesgar mucho al desdoblar la convocatoria provincial respecto de la fecha establecida (por ley) para el cronograma nacional: el 26 de octubre. El responsable de esa innovación electoral fue, se sabe, Axel Kicillof, en uso de sus facultades.

Cuando esta noche el escrutinio muestre tendencias irreversibles, será el momento de interpretar gestualidades, presencias, emociones y humores colectivos, detalles y las primeras palabras que se emitan al país desde los salones del coqueto Hotel Grand Brizo, ubicado sobre la avenida 51 y frente al Teatro Argentino de La Plata, locación emblemática de ciertas jornadas ‘históricas’ de la década anterior. Serán señales para anticipar lo que viene. Otro escenario representativo será el segundo piso de San José 1111, en el barrio porteño de Constitución, donde esperará los resultados Cristina Fernández de Kirchner: la acompañará Máximo Kirchner, diputado nacional y titular del PJ bonaerense. Las de este domingo serán las primeras elecciones que se realizarán con la dos veces presidenta inhabilitada y con prisión domiciliaria. Días antes del fallo de la Corte Suprema, Cristina había anunciado su intención de competir por la Tercera sección electoral bonaerense (sur del GBA).

“Toda la dirigencia de La Cámpora, candidatos, intendentes y demás van a estar en el búnker de La Plata (por el Hotel Grand Brizo) y Máximo va a estar acompañando a Cristina en virtud de que ella, obviamente, por su condición de detención ilegal, no puede moverse. Así que va a estar acompañando (a CFK) durante la tarde, siguiendo el resultado, lo previo, chequeando cómo va el desarrollo y hablando con dirigentes”, confirmó a Tiempo uno de los principales colaboradores de la exmandataria.

En cuanto a las particularidades de esta votación, las distintas fuerzas competirán con listas específicas de diputados o senadores provinciales en cada una de las ocho secciones electorales. En paralelo se elegirán representantes para los Concejos Deliberantes de los 135 municipios (de los cuales 84 están gobernados por el peronismo). El objetivo de Fuerza Patria será sostener o incrementar su representación en las dos cámaras de la Legislatura: en esa ecuación se jugará, además, la gobernabilidad parlamentaria del último tramo de la gestión «axelista».

El gobernador logró instalar a dos figuras clave de su gabinete en las secciones de mayor peso electoral: la vicegobernadora Verónica Magario encabeza la boleta de la tercera sección, y el ministro de Infraestructura, Gabriel Katopodis, la de la primera, donde se dará la pulseada voto a voto con el libertario Diego Valenzuela. El sector que lidera Máximo Kirchner postuló a Fernanda Raverta para dar la pelea en la quinta sección con el marplatense Guillermo Montenegro, a Diego Nanni en la segunda, Diego Videla en la cuarta, Alejandro Dichiara en la sexta, Inés Laurini en la séptima y Ariel Archanco en la octava.

El PJ pondrá en juego 19 bancas de Diputados (cuatro de la Segunda sección, ocho de la Tercera, cuatro de la Sexta y tres de la Octava) y diez del Senado provincial (cuatro de la Primera,tres de la Cuarta, dos de la Quinta y una de la Séptima).

Una de las claves de la jornada será lo que analistas con experiencia en procesos electorales definen como “tracción desde abajo”, o también “municipalización” del comicio. Como la boleta partidaria tradicional a utilizar tendrá solo dos tramos (a la izquierda, la categoría de legisladores provinciales; a la derecha los concejales), el peso de la estructura municipal y la relación cotidiana con la intendencia como «primer mostrador del Estado» probablemente harán que los votantes tengan más familiaridad con esa parte de la papeleta. En ese sentido, el consultor Hugo Haime aseguró a Tiempo que en los cuartos oscuros de la Provincia habrá “una boleta que tendrá dos cuerpos, con el Concejo Deliberante a la derecha, y esa es la boleta que va a mandar”.

Otro rasgo potencialmente inédito de la elección dependerá de cómo termine el resultado. En particular para el peronismo. Quienes han venido siguiendo sondeos y encuestas de intención de voto se encontraron con variaciones importantes a medida que avanzaba el calendario. Si al principio predecían el triunfo de un espacio, semanas después empezaron a hablar de una victoria nítida de su principal rival; finalmente, en las últimas horas y ya sobre el inicio de la jornada electoral, circularon versiones sobre una elección pareja y “voto a voto”. Un triunfo de Fuerza Patria en la sumatoria de las ocho secciones terminaría con lo que para el peronismo ya es una tradición incómoda, pero de ningún modo irreversible (lo demostró el comportamiento electoral de los bonaerenses): en las últimas cuatro legislativas de medio término (2009, 2013, 2017 y 2021) la coalición del peronismo y el kirchnerismo resultó derrotada en Buenos Aires. Claro, aquellas fueron elecciones unificadas mientras que este año Fuerza Patria enfrentará una prueba electoral de dos turnos: septiembre y octubre. Este desdoblamiento, nunca concretado hasta hoy, podría por otro lado sumar un gran signo de interrogación -o de incertidumbre- sobre los 49 días que separan una elección de otra, particularmente en materia económica. La inestabilidad de la política monetaria de la gestión mileísta muestra un combo en el que no logra contener el dólar a pesar de la intervención del Tesoro (que se desprende de divisas en un ritmo imposible de sostener).

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