Carla Pitiot: "Las brechas de género provocan desequilibrio y desigualdad"

La vicepresidenta del Banco de Inversiones y Comercio Exterior (BICE), Carla Pitiot, disertó ayer en Catamarca sobre “Políticas del desarrollo productivo con perspectiva de género”. La actividad se llevó a cabo, en el Colegio de Abogados y Abogadas con articulación de la Asociación Civil de Estudios Populares (ACEP). En el encuentro, también estuvieron presentes Julián Maggio, director del BICE; Carolina Ale, vicepresidenta del Colegio de Abogados y Abogadas, y Déborah Dumitru, directora de ACEP. Contaron con un importante público, con gran concurrencia de mujeres y de emprendedoras a las cuales se las invitó y citó a participar del encuentro.

Al inicio de la charla, la referente remarcó que “las brechas de género provocan desequilibrio y desigualdad”. A fin de revertir esta situación, se deben impulsar políticas activas del Estado para reforzar las políticas de género.

“Las políticas de género son un elementos diferenciador, que producen equidad, igualdad y desarrollo económico”, aseguró. Al respecto, detalló que a mayor participación de mujeres, mayor es la producción y el PBI. Para alcanzar esta meta, el Estado debe tener perspectiva de género. Es decir, actuar desde las diferencias que se perciben, para cerrar brechas que distancias los derechos y los accesos a estos.

La vicepresidente advirtió que mujeres y disidencias no tienen los mismos accesos a los derechos de los ciudadanos, como el acceso al crédito y al financiamiento. Para Pitiot, hay una responsabilidad política para producir cambios que incrementen el PBI.
“Se deben promover espacios de mujeres en espacios de poder y de ejecución de políticas públicas. Necesitamos estar en espacios de poder para poder liderar la transformación de las políticas públicas. Estamos en una carrera con obstáculos y en desventaja”, consideró.

Otras barreras.

En diálogo con las personas que asistieron al encuentro, se advirtió otras barreras, que ameritan un enfoque con perspectiva de género. En el interior, las mujeres rurales no tienen acceso a la tecnología para capacitarse y para incrementar su producción. En tanto que, las mujeres adultas mayores, una vez jubiladas, no suelen encontrar modo de continuar en el mercado laboral, con nuevos proyectos o emprendimientos. La brecha tecnológica y de la edad, también se suman a la de género. Para la referente, se deben generar nuevas políticas transversales para poder hablar todos los actores de la economía.

EL ANCÁSTI.-