Buscan demostrar que había irregularidades en el circuito de la ayuda social

Se concretó la quinta jornada en el juicio por las compras directas realizadas por la Subsecretaría de Acción Social durante la gestión de Víctor Brandán y de Pablo Doro en el Ministerio de Salud en el gobierno del FCS. En esta oportunidad, comparecieron cinco testigos, con los que la Fiscalía a cargo de Miguel Mauvecin acompañado por Facundo Barrot Jorrat como fiscal coadyuvante, trabajó en demostrar que existía todo un circuito de irregularidades en el manejo de la ayuda social que iba más allá del proceso de las compras.

Primeramente, declaró una mujer de apellido Noria, quien se sumó a la lista de personas que negaron haber pedido o recibido algún auxilio de la Subsecretaría, a pesar de que sus datos figuraban en expedientes dentro de la cartera a cargo de Brandán. A la mujer se le hizo observar un documento donde ella solicitaba ayuda social. La testigo negó que la firma estampada en el instrumento sea la suya, aunque reconoció que el documento que figura si le corresponde. En este marco, afirmó desconocer de donde podrían haber obtenido copia de su DNI. “Pudo haber sido algún puntero, no lo recuerdo”, dijo.

Posteriormente, declaró Oscar Alcazar, quien fue titular de una imprenta que se dedicó a las impresiones fiscales. La declaración de Alcazar fue elemental para que la Fiscalía pueda sostener la hipótesis de irregularidades en la emisión de recibos por parte de la Subsecretaria. En este marco, se le mostró una serie de boletas y remitos emitidos por una de las empresas que le vendían a la Subsecretaría y el testigo advirtió que uno de los recibos presentaba irregularidades. Sucede que el documento en cuestión tenía una fecha de emisión anterior a la fecha de impresión. Es decir, carecía de legalidad porque para que sea válida la fecha de la operatoria tenía que ser posterior a la fecha de la impresión de la boleta.

Más adelante, declararon tres testigos que fueron empleados en la Subsecretaría de Desarrollo Social. El primero, de apellido Vega, indicó que trabajó en el área de Licitación y Compra y explicó cómo es el circuito para la elaboración de los expedientes para las compras por parte de la cartera. Durante su exposición, se le recordó que en una declaración realizada en noviembre de 2004 advirtió que encontró un sobre con varias órdenes de compra que no fueron remitidas por el organismo en el que trabajaba. Si bien no negó esa afirmación indicó que no recordaba haber dicho eso.

Posteriormente, declararon dos personas que trabajaban en uno de los depósitos de Desarrollo Social. Uno de apellido Maidana, que afirmó que empezó a trabajar en abril de 2003 como becado y que llegó a su puesto de trabajo por recomendación del hermano del subsecretario ya que este “necesitaba gente de confianza”.

Finalmente, declaró otra persona de apellido Cisterna que prestó servicio en el depósito también como becado. A este testigo, se le consultó sobre el ingreso de juguetes y juegos de ingenio al depósito. En la oportunidad se le recordó su anterior declaración donde advirtió sobre un remito que advertía la entrega de 20 mil juguetes pero que en realidad, en el depósito solo había 4 mil.

EL ANCÁSTI.-